jueves, 25 de abril de 2013

Lengua III (Miércoles 24/4/13)


Distinguimos dos fenómenos que afectan a la significación de las palabras:
Monosemia: palabras con un solo significado.

Reloj: ejemplo de palabra monosémica
Ejemplo: reloj

El diccionario define este término como:
"Máquina dotada de movimiento uniforme, que sirve para medir el tiempo o dividir el día en horas, minutos y segundos. Un peso, un muelle o una pila producen, por lo común, el movimiento, que se regula con un péndulo o un volante, y se transmite a las manecillas por medio de varias ruedas dentadas. Según sus dimensiones, colocación o uso, así el reloj se denomina de torre, de pared, de sobremesa, de bolsillo, de muñeca, etc."


Polisemia: palabras con más de un significado.

Ejemplo: faro

Según el diccionario, así se llama a:
Faro: ejemplo de polisemia


Sin embargo, a veces, la polisemia se puede confundir fácilmente con otro fenómeno semántico: 
Homonimia: palabras que coinciden en la forma, pero con significados que nada tienen que ver.

Ejemplo: Si buscamos la palabra don en el Diccionario de la Real Academia, veremos que aparecen dos entradas, cada una de ellas con sus respectivos significados:

Don: ejemplo de homonimia

En este caso se trata de dos vocablos idénticos: se pronuncian y se escriben igual. Pero hay palabras que se pronuncian igual, pero se escriben diferente; también son homónimas.

Ejemplo: vaca y baca:
Ejemplo de homófono


De los ejemplos vistos, deducimos que existen dos tipos de homónimos:

Homógrafos: se pronuncian y se escriben igual.
       Ejemplo: don - don

Homófonos: se pronuncian igual y se escriben diferente.
       Ejemplo: vaca - baca

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