2.2. Cultura Material. (Tema3, punto 2)
El Paleolítico se dividie en 3 grandes periodos: Inferior, Medio y Superior.
En el Paleolítico Inferior, los homínidos se estructuraban en pequeños grupos recolectores y, ocasionalmente, cazadores. En un principio, la talla de la piedra sería parcial y no elegían el material. Posteriormente, se talla el sílex y se tallaría completamente (hachas bifaces). Habitaban al aire libre o en cavidades rocosas y se ha documentado su uso del fuego hacia el año 400.000 a C. Especies asociadas a este periodo en Europa: Homo Antecesor y Homo Heidelbergensis.
En el Paleolítico Medio, se prepara el núcleo del sílex para hacer distintos tipos de objetos (raederas, punzones, raspadores y cuchillos) La sociedad estaba organizada en clanes y tribus y el lenguaje estaría muy evolucionado. Rinden culto a los muertos. La economía se basa en la caza, la pesca y la recolección. La especie asociada a este periodo en Europa es el hombre Neandhertal, que vivió bajo un periodo glaciar.
El Paleolítico Superior está ya asociado a nuestra especie. La diversidad de objetos fabricados es enorme y las técnicas de la talla del sílex muy variadas, además de que, también se trabajan otros materiales como la madera, el asta, el hueso y los materiales vegetales. El hombre tiene un pensamiento abstracto, lo que se demuestra en la producción de obras de arte (decoración de objetos y pinturas) asociadas a ritos. La sociedad está perfectamente estructurada. Se dedican a caza, pesca y recolección. Viven en cuevas y también en poblados al aire libre.
3. El Neolítico
Al final del Paleolítico se produce un cambio climático. Cesan las glaciaciones y se inicia un periodo más cálido. El hombre pasará de una economía depredadora a otra productora; pasará de depender del medio a dominarlo y modificarlo para su sustento gracias a la agricultura y la ganadería.
Este proceso se da a la vez y con distintos productos en diferentes partes del mundo. En Occidente se da hacia el 8000 a C. con el trigo, la cebada, la cabra y la oveja en una zona que iría desde el norte de Egipto hasta las cuencas de los ríos Tigris y Éufrates.
La llamada Revolución Neolítica produjo, a su vez, el sedentarismo. Las comunidades que se dedicaban a la agricultura y la ganadería ya no necesitaban ser nómadas. La arquitectura es rectangular con muros de zócalos de piedra y alzados de adobe.
Al mismo tiempo surgen innovaciones técnicas, siendo la más destacable la cerámica, los morteros, los molinos y las hoces. La ganadería, a su vez, permite el uso de la lana.
El comercio se generaliza gracias a la existencia de excedentes agrarios y se convertirá en una excelente forma para la expansión de las ideas y los avances.
Las comunidades se hacen cada vez más grandes y complejas. Se sabe que se acometían obras públicas, lo que demuestra una especialización y división del trabajo y una sociedad estratificada. La mujer ocupa un papel predominante y la población aumentó considerablemente.
Se rendía culto a la fertilidad de la tierra y a la fortaleza de algunos animales como el toro o el leopardo.
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